El futuro incierto de Twitter

En los últimos tiempos circulan muchas noticias sobre la situación de Twitter que comprometen su futuro.

Todas estas informaciones coinciden en que Twitter tiene un serio problema para atraer más usuarios. Por otro lado, como reconoció la compañía hace un par de años, está perdiendo usuarios core (que tienen determinada influencia social o popularidad, como periodistas, políticos, cantantes, escritores, periodistas…) a marchas forzadas.

Poco a poco, el resto de usuarios se va descolgando, se pierde interacción con la publicidad que insertan las empresas y así se pierde, a su vez, una importante fuente de negocio.

Una de las noticias más recientes que se propagó fue que Twitter cerraba debido al bullying que sufren muchos de sus usuarios. La noticia no era más que un bulo, pero sí que pone en evidencia el serio problema de los trolls (usuarios que usan las redes sociales, muchas veces amparados en el anonimato, con el objeto de molestar a otros usuarios y reírse de ellos) en esta red social. Por este motivo, Twitter ha anunciado que va a proporcionar herramientas para combatir este tipo de abuso en su plataforma.

Tan afectada está la reputación de Twitter que un gigante como Disney, que parecía dispuesto a comprar la red social de los 140 caracteres, decidió no hacerlo debido a mal ambiente entre los tuiteros, que no casa en absoluto con la imagen familiar que siempre se ha vinculado a la compañía de entretenimiento fundada por Walt Disney.

Si Twitter no remedia esta situación, su viabilidad como empresa líder se va a complicar mucho. Por otro lado, a nadie se le escapa la dura competencia que han significado siempre otras redes sociales con Facebook a la cabeza, que es la que la red social con la que comparte más características y la que está monopolizando el sector.

Según los expertos Twitter lo tiene muy difícil para conseguir sobrevivir en solitario. Necesitaría una revitalización muy fuerte para superar la pérdida de atractivo que ha sido causada, principalmente por dos motivos:  por un lado, no consigue enganchar a sus usuarios y, por otro, no consigue generar ingresos publicitarios que lo hagan sostenible económicamente.

Por ello, su futuro parece que pase, irremediablemente, por la venta. Uno de los compradores naturales de Twitter podría ser Google, que tiene en las redes sociales una de sus asignaturas pendientes y que debería responder con un golpe efectivo a la reciente adquisición de LinkedIn por parte de Microsoft.  Todo parece indicar que, tarde o temprano, Twitter encontrará un comprador.