Las empresas españolas avisan del peligro de un Brexit sin pacto

Las compañías españolas que cuentan con intereses en el Reino Unido viven con lógica preocupación la evolución del Brexit, un asunto que desde hace muchos meses copa la actualidad informativa internacional.

La incertidumbre que rodea a todo este proceso es el factor que más pone en alerta a nuestras organizaciones. Mientras tanto, después de dos largos años de negociaciones, en la Cámara de los Comunes se discute por enésima vez este tema, ahora con el enfoque puesto en la prórroga.

Aunque dicho plazo finaliza en octubre la intención de la primera mandataria británica, Theresa May, es alcanzar un pacto con la oposición que permita que el Reino Unido abandone la Unión europea en el próximo mes de junio. Parece la única forma de evitar que Reino Unido vuelva a participar en unos comicios europeos previstos para el mes de mayo.

Lo cierto es que toda esta incertidumbre ya ha afectado a muchas compañías españolas  que tienen negocios en el Reino Unido, sobre todo por la depreciación sufrida por la libra y por la ralentización económica. Exista amplio consenso entre el sector empresarial español acerca de que una salida que no llegara a un acuerdo levantaría unas barreras de relación entre Reino Unido y España cada vez más altas y difíciles de salvar.

Las empresas españolas con actividad en suelo británico ya han tenido que revisar concienzudamente sus previsiones y han adaptado sus planes de contingencia para ser capaces de hacer frente a cualquier escenario.

Nadie duda de que cualquier solución a esta crisis va a pasar factura también a las empresas españolas. Lo que debe determinarse es cuáles son las implicaciones que supone una supuesta salida dura frente a otra pactada.

En el caso de producirse una salida dura los principales problemas para nuestras empresas vendrían derivados de la movilización de terminales, datos y de una posible ralentización económica.

Es en este punto en el que los expertos advierten: todavía son muchas las empresas españolas que no se han puesto al día y que tienen pendiente prepararse debidamente para el efecto del Brexit.

Por ejemplo, la Cámara de Comercio Británica en España sostiene que el 46% de las compañías españolas mantiene relaciones comerciales con el Reino Unido. Sin embargo, tan solo un tercio de ellas tiene ya elaborados los planes de contingencia ante el Brexit.

No hay que olvidar que el Brexit puede representar también una oportunidad para muchas de ellas, ya que las empresas que mejor se preparen obtendrán una ventaja competitiva que podrían utilizar en su beneficio.