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Estudio sobre socialización antes y después del boom del móvil

Una de las principales críticas que se suele hacer al uso del Smartphone y otros dispositivos que permiten la comunicación instantánea es que los seres humanos ya no socializamos como lo hacíamos antes y que se está extinguiendo la comunicación cara a cara.

Se señala a las redes sociales como las principales culpables de acabar con las relaciones humanas, entendidas en un sentido tradicional, en alianza con los móviles, los servicios online y los avances tecnológicos en esta materia.

Los expertos suelen rebatir esta acusación con el argumento de que, en realidad, lo que está cambiando es la forma de comunicarnos. En su opinión no es que la tecnología nos haya restado sociabilidad, sino que estamos aprendiendo a socializar con nuestros semejantes de otras formas.

Para aportar un enfoque más riguroso al respecto de esta problemática hemos recurrido al informe recientemente presentado por Office for National Statistics que establece una comparación entre los tiempos que dedicamos a la socialización con otras personas antes y después del boom de la utilización del móvil. Las conclusiones son claras: ahora mismo socializamos menos que antes y lo hacemos de otra manera.

El estudio señala que en los últimos años se ha reducido el tiempo que la gente dedica a estar con su familia o amigos. Se estima que entre los años 2000 y 2015 el tiempo destinado  a la socialización cara a cara ha disminuido en un 12,7%. Esto se traduce en que los ciudadanos, a nivel general, se ven 6 horas menos al año de lo que lo hacían en los años del cambio de siglo.

La tecnología ha modificado también la esencia formal de la relación. Ahora mismo la gente socializa a través del móvil a la vez que está viendo un programa en la televisión, pero eso no es comunicación cara a cara. Se da el fenómeno de muchos usuarios que hablan con otra gente a través de diferentes dispositivos pero, en realidad, lo hacen “en soledad”.

No solo ha disminuido la socialización entre personas en los últimos 15 años sino también el tiempo que la gente dedica a salir, a hacer deporte o actividades lúdicas y culturales. De nuevo esto representa un cambio de hábitos y costumbres. Especialmente llamativo es el caso de los jóvenes: un tercio de su tiempo lo pasan mirando a las pantallas de sus diferentes dispositivos móviles.