Ya están aquí los drones desechables

Los drones ya se utilizan, sobre todo, para el transporte de mercancías (envío de vacunas, sangre, suministros médico a zonas remotas o de difícil acceso…), para el reparto a domicilio por parte de grandes plataformas de venta, etc.

Hasta ahora, en la autonomía y la capacidad de desplazamiento de un dron se tenía en cuenta la distancia hasta el punto de destino y la que tenía que recorrer para volver al punto de partida.

Sin embargo, la industria ha descubierto que la construcción y la complejidad de un dron puede reducirse si solo se contempla el viaje de ida y no tiene que regresar a su lugar de origen una vez efectuada la entrega.

Un proyecto financiado por la agencia Darpa (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa), responsable del desarrollo de nuevas tecnologías para uso militar, trabaja en este tipo de drones en los que no se contempla el viaje de vuelta, con una capacidad de carga más aliviada y con una configuración simplificada.

Se trata del Proyecto Icarus (Inbound, Controlled, Air-Releasable, Unrecoverable Systems), que está experimentando con drones desechables, de usar y tirar. Otras características de estos artefactos hacen referencia al vuelo autónomo de precisión del dron guiado por GPS, a su capacidad de carga (en torno a los 2 kg.) y a su tamaño, que no debe superar en ningún caso los tres metros, a fin de facilitar su lanzamiento desde aviones o helicópteros.

Los drones desechables no dispondrán de motores ni de sistemas de propulsión y son portadores de una escueta aunque eficaz electrónica necesaria para el control de vuelo. Además estos drones desechables tienen otra característica interesante: son biodegradables para desaparecer sin perjuicio medioambiental una vez que son utilizados.

Según Darpa, el reto para cumplir todas estas características y ser capaces de fabricar unos artilugios tan funcionales reside en aplicar un diseño creativo en lo que respecta  su aerodinámica y al uso de materiales. Existen elementos que en un principio pueden parecer difíciles de combinar: por una parte, los materiales utilizados deben proporcionar la rigidez y estabilidad necesarias para garantizar el transporte de los materiales; por otro lado,  estos materiales deben cumplir el requisito de desvanecerse en un plazo de tiempo breve, por cuestiones relacionadas con el Medio Ambiente y también con la propia logística, impedir que los drones se reutilicen con otros fines.

El prototipo en el que trabaja Proyecto Icarus utiliza el cartón como material principal, un material resistente, fácil de manipular y biodegradable. Además, se está experimentando con otros materiales, como plástico vegetal y gelatina. También con circuitos electrónicos y baterías eléctricas biodegradables, que una vez gastadas se desintegran al contacto con el agua.